ÉL
El Amo y Motor de nuestras obras es el Uno, el Universal y Supremo, el Eterno e Infinito.
Es el trascendente Absoluto desconocido e incognoscible, el Inefable inexpresado e inmanifestado por encima de nosotros.
Pero también es el Yo de todos los seres, el Amo de todos los mundos, que trasciende todos los mundos, la Luz y la Guía, el Omni-Bello y Omni-Bienaventurado, el Amado y el Amante.
Es el Espíritu Cósmico y toda esta Energía creadora que nos rodea; es el Inmanente que está dentro de nosotros.
Todo cuanto existe es ÉL, y es el Más de todo lo que es, y nosotros mismos, aunque no lo sepamos, somos ser de su ser, fuerza de su fuerza, conscientes de una conciencia derivada de la suya.
Hasta nuestra existencia mortal está hecha con su sustancia y dentro de nosotros hay un inmortal que es chispa de la Luz y Bienaventuranza que existen eternamente.
Tomar conciencia de esta verdad de nuestro ser, realizarla y hacerla efectiva aquí o en otra parte es el objeto de todo el Yoga (Unión con el Divino).
Sri Aurobindo
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