Cuerpo mortal, Vida inmortal
Vida, cuerpo, acción, voluntad, éstas son nuestras materias primas.
La materia nos suministra el cuerpo;
mas se trata sólo de un nudo temporario del movimiento,
una morada del Purusha en la que preside las actividades
que se generan del Principio-Vital.
Una vez que es descartado (el cuerpo) por el Principio- Vital,
se disuelve;
las cenizas son su fin.
Por tanto, el cuerpo no es una herramienta o instrumento nuestro, sino externo.
Pues la Materia es el principio de la oscuridad y la división,
del nacimiento y la muerte,
de la formación y la disolución.
Es la afirmación de la muerte.
El hombre inmortal no debe identificarse con el cuerpo.
El Principio-Vital sobrevive en nosotros.
Es el Hálito inmortal o,
como realmente significa la frase,
la fuerza sutil de la existencia que es superior
al principio del nacimiento y de la muerte.
A primera vista puede parecer que nacimiento y muerte
son atributos de la Vida,
pero en realidad no es así:
nacimiento y muerte son procesos de la Materia, del cuerpo.
El Principio-Vital no se forma ni disuelve en la formulación y disolución del cuerpo;
si eso fuera así,
no habría continuidad de la existencia individual
y todo volvería a la muerte dentro de lo amorfo.
La Vida forma al cuerpo,
no se forma por él.
Es el hilo sobre el que se ordena la continuidad de nuestras vidas corporales sucesivas,
precisamente porque ella misma es inmortal.
Se asocia con el cuerpo perecedero y hace avanzar al ser mental,
el Purusha en la mente,
en su viaje.
ISHA UPANISHAD
Sri Aurobindo
.
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