jueves, 7 de junio de 2012

El Divino Personal e Impersonal

... Nuestra visión debe ser hacia Uno y una Unidad libres, omniperfectos, perfectos y bienaventurados en los que todos los seres se mueven y viven y, a través de los cuales, todos pueden encontrarse y unificarse.

Este Eterno será a la vez personal e impersonal en su autorrevelación y contacto con el alma.

Es personal porque es el Divino consciente, la Persona infinita que lanza cierto interrumpido reflejo de sí en la miríada de personalidades divinas y no-divinas del universo.

Es impersonal porque se nos presenta como una Existencia, Conciencia y Ananda infinitos y porque es la fuente, base y componente de todas las existencias y todas las energías -el material mismo de nuestro ser y mente, vida y cuerpo, de nuestro espíritu y nuestra materia-.

El pensamiento, concentrándose en él no debe entender que existe meramente en una forma intelectual, ni concebirla como abstracción y necesidad lógica: debe convertirse en pensamiento vidente capaz de encontrarlo aquí como el Habitante de todos, de comprenderlo en nosotros, de observar y sostener el movimiento de sus fuerzas.

Él es la Existencia única: es el Deleite original y universal que constituye todas las cosas y las supera: es la única Conciencia infinita que compone todas las conciencias e informa todos sus movimientos; es el único Ser ilimitable que sostiene toda acción y experiencia; su voluntad guía la evolución de las cosas hacia su objetivo y plenitud aun no realizados pero inevitables.

A él puede consagrarse el corazón, aproximarse como el supremo Amado, latir y moverse en él como en una dulzura universal del Amor y un mar viviente del Deleite.

SRI AUROBINDO - SÍNTESIS DEL YOGA - Parte Primera - YOGA DE LAS OBRAS DIVINAS - Capítulo II



 


 
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