sábado, 23 de abril de 2011

LA IGNORANCIA HUMANA que nos asedia

Pero dado que es desde la Ignorancia que avanzamos hacia el Conocimiento, primero hemos de descubrir la naturaleza secreta y la extensión plena de la Ignorancia. Si observamos esta Ignorancia en la que ordinariamente vivimos por la circunstancia misma de nuestra separativa existencia en un universo material, espacial y temporal, vemos que en su lado más oscuro se reduce, desde cualquier dirección que lo miremos o nos aproximemos a él, en el hecho de una autoignorancia multilateral.

1 - ORIGINAL IGNORANCIA DEL ABSOLUTO
Somos ignorantes del Absoluto que es la fuente de todo ser y devenir; tomamos hechos parciales del ser, relaciones temporales del devenir por verdad total de la existencia --ésta es la primera y original ignorancia.
Eso significará el conocimiento del Absoluto como origen de todas las cosas;

2 - IGNORANCIA CÓSMICA
Somos ignorantes del Yo inespacial, intemporal, inmóvil e inmutable; tomamos la constante movilidad y mutación del devenir cósmico en el Tiempo y el Espacio por verdad total de Ia existencia--, esa es la segunda ignorancia, la ignorancia cósmica.
Realizar el conocimiento del Yo, del Espíritu, del Ser y del cosmos como el devenir del Yo, el devenir del Ser, una manifestación del Espíritu;

3- IGNORANCIA EGOISTA
Somos ignorantes de nuestro yo universal, de la existencia cósmica, de la conciencia cósmica, de nuestra unidad infinita con todo ser y devenir; tomamos nuestra limitada mentalidad egoísta, nuestra vitalidad, corporeidad, por nuestro yo verdadero y consideramos todo lo diferente a eso como un no-yo --esa es la tercera ignorancia, la ignorancia egoísta.
Realizar el conocimiento del mundo como uno con nosotros en la conciencia de nuestro verdadero yo, aboliendo de esa manera nuestra división de él por parte de la idea separativa y la vida del ego;

4 - IGNORANCIA TEMPORAL
Somos ignorantes de nuestro devenir en el Tiempo; tomamos esta pequeña vida en un reducido espacio del Tiempo, en un minúsculo campo del Espacio, por nuestro principio, medio y fin --esa es la cuarta ignorancia, la ignorancia temporal.
Realizar el conocimiento de nuestra entidad psíquica y de su persistencia inmortal en el Tiempo más allá de la mente y de la existencia-terrena;

5 - IGNORANCIA PSICOLÓGICA
Incluso dentro de este breve devenir temporal somos ignorantes de nuestro ser grande y complejo, de aquello dentro de nosotros que es superconsciente, subconsciente, intraconsciente, circunconsciente para nuestro devenir superficial; tomamos ese devenir superficial con su pequeña selección de experiencias abiertamente mentalizadas por nuestra existencia total --esa es la quinta ignorancia, la ignorancia psicológica.
Realizar el conocimiento de nuestra existencia mayor e interior detrás de la superficie;

6 –IGNORANCIA CONSTITUCIONAL
Somos ignorantes de la verdadera constitución de nuestro devenir; tomamos la mente, la vida, el cuerpo o dos de éstos o los tres en total por nuestro principio verdadero o cómputo total de lo que somos, perdiendo de vista lo que los constituye y determina mediante su presencia oculta y lo que se propone determinar soberanamente mediante su emerger en sus operaciones -esa es la sexta ignorancia, la ignorancia constitucional.
Realizar el conocimiento de nuestra mente, vida y cuerpo en su verdadera relación con el yo interior y el ser superconsciente, espiritual y supramental, por encima de ellos;

7 - IGNORANCIA PRÁCTICA
Como resultado de todas estas ignorancias, perdemos el verdadero conocimiento, gobierno y disfrute de nuestra vida en el mundo; somos ignorantes en nuestro pensamiento, voluntad, sensaciones, acciones, equivocada devolución o imperfectas respuestas en cada punto ante las cuestiones del mundo, vagamos en un laberinto de errores y deseos, anhelos y fracasos, dolor y placer, pecado y traspié, seguimos un camino tortuoso, buscamos a tientas, ciegamente, una meta mutable ---esa es la séptima ignorancia, la ignorancia práctica.
Realizar el conocimiento, por último, de la armonía verdadera y del uso verdadero de nuestro pensamiento, voluntad y acción, y un cambio de toda nuestra naturaleza en una expresión consciente de la verdad del Espíritu, del Yo, de la Divinidad, de la integral Realidad espiritual.


De: LA VIDA DIVINA, Tomo III
Capítulo I - LA ASPIRACIÓN HUMANA
Sri Aurobindo 



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